miércoles, 26 de octubre de 2011

EL SENTIDO DE LA HISTORIA PERUANA EN LA EDUCACIÓN


Como bien lo señalaba Jorge Basadre Grohmann. con respecto a la finalidad docente de la historia ¿para qué el conocimiento y la enseñanza de la historia? –en el pasado se creía que la historia era la maestra de la vida, la forjadora de la conducta, la fuente del patriotismo. El cual fue un perjuicio intelectualista demasiado ingenuo porque entonces los historiadores debieran ser los monopolizadores de la heroicidad, del civismo, de la virtud. En realidad eso fue lo que pasó, los historiadores de antaño con un estilo de proliferar la cultura oriental y occidentalista es que manipulaban a su antojo la verdadera historia del Perú, con el propósito de generar conductas y actitudes sumisas frente al saqueo europeo y explotación Norteamericana. La Educación Autentica, significa darle espíritu nacional como lo señalaba José Carlos Mariátegui en sus siete ensayos de interpretación de la realidad peruana, por lo tanto la generalidad de los pobladores y ciudadanos deben tomar en cuenta que la Historia sirve para sacar a los niños  y a los hombres de sí mismos, para ubicarlos en una consciente relación con el mundo en que viven, para hacerlos considerarse como actores, y autores de un gran drama que empezó antes de que ellos mismos nacieran y que abre perspectivas que trascienden en demasía a cualquier fin personal en interés e importancia. Todo lo señalado toma vigor cuando se enseña la verdadera historia y no aquella fraguada que sirve para manipular a  la población. 

Dentro del espíritu nacional de la educación cabe mencionar que si no se estudia la historia peruana recordando que el Imperio Incaico fue sólo el terreno, la conquista, la siembra y las épocas posteriores de la cosecha y el comienzo de nuevas siembras que han de brotar, ese estudio ha perdido su significado. Más que el amor al pasado urge el amor al porvenir, no el porvenir utópico e idílico, sino conquistado por el propio trabajo duro e incesable frente a tanto peligro y problema. Sobre el estudio de la historia porqué ella en el Perú, no es sino una cultura enigmática que aun no ha concluido su obra, debe salir un espíritu  de avance impregnado del conocimiento de la realidad. Por lo tanto la educación con espíritu nacional, en otras partes no es necesaria o fatalmente está superado; sin embargo, nos urge en el Perú. En otras partes el hablar de espíritu nacional en la educación es algo destructor, aquí debe ser constructor; constructor de conciencia y soluciones. En otras partes es ofensivo, aquí necesita ser defensivo; defensivo contra el ausentismo y defensivo contra la presión extranjera, de absorción material o mental.

Entonces la función del estudio de la historia en la educación, es ver no solo lo que hemos sido sino lo que no hemos sido. Ello implica crear patriotismo, conciencia nacional; conocimiento de la tierra de los padres y construcción de la tierra de los hijos. Y como señalaba Jorge Basadre: “Quienes únicamente se solazan con el pasado, ignoran que el Perú, el verdadero Perú es todavía un problema. Quienes caen en la amargura, en el pesimismo, en el desencanto, ignoran que el Perú es aún posibilidad. Problema es, en efecto y por desgracia el Perú; pero también, felizmente, posibilidad”. En tal sentido no miremos el pasado con amargura o nostalgia, ya que ello nos autodestruye; miremos el pasado como una oportunidad de construir un mañana mejor, digno y autentico, sin intromisión extranjera en las decisiones patrióticas.

EL SENTIDO DE UNA EDUCACIÓN NACIONAL


La educación peruana desde la época colonial hasta nuestra actualidad republicana se ha mostrado deficiente, al carecer de autenticidad y requerir de adecuación, por lo cual está orientado a conservar el modelo mental colonizador, que en demasía forma personas sumisas con carácter de obediencia todo en cuanto justo o injusto sea. Cuando se habla de carencia de autenticidad, significa que los Diseños Curriculares establecidos para todo los niveles de la educación no se adecuan al contexto, entendiendo que el Perú es un país megadiverso, multilingüe y pluricultural, en tanto actualmente se prefiere admirar lo ajeno antes que lo nuestro, llegando a despreciar lo propio. Al señalar  que requiere adecuación, nos lleva a destapar un problema álgido que se presenta latente en todos los niveles de la educación; la formación del futuro ciudadano en cualquier sociedad no está acorde a buscar o direccionar  su país hacia el desarrollo, ello precisamente porque no existe una interrelación elevada e inmediata con su medio, es decir, falta una conexión con la geografía pluriecológica

Cuando se trata de hablar del Sentido de la Educación Nacional, necesariamente recurrimos a escudriñar la Educación Bilingüe Intercultural EBI, el cual establecido como un modelo de educación diseñado para contextos en los cuales existen dos culturas y dos idiomas en contacto, en el caso típico una cultura dominante y una discriminada. Así es el caso en algunos países de Latinoamérica, donde es dominante la cultura criolla con el idioma castellano, mientras que las culturas originarias y sus propias lenguas son desfavorecidas. El concepto de educación intercultural bilingüe es discutido sobre todo en Latinoamérica. Esta tratativa nos permite tener un apropiado sentido de orientar nuestra educación nacional, porque es injusto que el contenido de los libros el cual el Gobierno obliga a utilizar en la enseñanza, posean contenidos y mensajes extraños para los niños del campo, pero favorable para los niños de las zonas urbanas y fundamentalmente para los Limeños; es indignante e inconcebible desde todo punto de vista y al mismo tiempo sublevante ver a los niños campesinos, indígenas, aymaras y quechuahablantes aprender  a leer, a memorizar palabras desconocidas y a repetirlas obligatoriamente como un acto de tortura. Esta característica hace que la Educación Peruana baje de nivel y se convierta en un medio que “no tenga espíritu nacional” como lo señala José Carlos Mariátegui, porque en realidad seguimos con una educación colonizadora con intereses extranjeros y no propios, el mismo que sirve para dominar y manipular a la población en general.

EL FUTURO DE LOS PROVINCIANOS


En nuestro país, la gran parte de la prensa es manejada por la oligarquía genuflexa al imperio norteamericano, distorsionando e inventando información en agravio del buen entendimiento de la verdadera población peruana, y donde cotidianamente nos pintan las cosas del color que quieren. No hay medios de comunicación  de carácter radial, escrito y/o televisivo que se dediquen a cambiar este sistema podrido que merodean por todos lados. Simplemente realizan programas para adormecer la conciencia del ciudadano y poblador en general. A decir verdad, así cause sorpresa en algunos, en el Perú no existe libertad de prensa, mucho menos una verdadera democracia, por mas maquillaje que le echen con una democracia representativa según nuestra constitución política. Todos sabemos además que el Congreso de la República se presta al juego político, a la interesada y otorongal convivencia para sostener este sistema podrido e improductivo

Es de vital importancia asumir un compromiso consecuente con nuestro estado peruano, para que la oligarquía de siempre y antipatriota, que en estos últimos años se viene aliando al poder económico chileno para seguir manteniendo su hegemonía sobre los despojados peruanos, y antes de que los verdaderos peruanos en su mayoría provincianos le arrebaten el poder de sus manos. Los peruanos debemos negarle la oportunidad de ser gobierno a grupos políticos tradicionales que frustran las esperanzas de los menos favorecidos, por lo tanto el pueblo peruano debe construir nuevos movimiento en base a nuestra cultura originaria e identidad nacional acondicionándola a nuestro contexto, y no olvidarnos de los mentirosos, traidores, ladrones, hipócritas y entreguistas de siempre, que han dejado al Perú en el subdesarrollo y pobreza. Es hora de construir Movimientos Provincianos.

A todos nos consta el crecimiento de las poblaciones provincianas del Perú y de igual modo la potencial labor de desarrollo y progreso que asumen. Por ello el temor de los oligarcas, que resurja  el poder de los verdaderos dueños del Perú. Por ello es que no se han hecho inversiones en los pueblos de elevada población descendientes de los Incas como Ayacucho, Huancavelica, Apurímac, Puno y otros. Es presumible que quieren exterminarlos no dándoles los recursos y las condiciones de vida que merecen, porque en ellos está latente el resurgimiento del fabuloso y admirado Imperio de los Incas, pero en la modernidad. En consecuencia el pueblo peruano debe negarle la confianza a partidos tradicionales y optar por alternativas nuevas antes mencionada, como medio único para poder verdaderamente cambiar el Perú, y luchar también por la unidad latinoamericana, que es una necesidad irrevocable, que los ayayeros incondicionales de Norteamérica quieren ridiculizar o enlodar en base a mentiras y calumnias.

La juventud provinciana de ahora y en general, deben interesarse en conocer el pasado político del Perú para que no los manipulen más, para que no los tomen como tontos útiles. Que los jóvenes se preocupen por la educación de calidad, cuantas escuelas faltan por construir, el acceso a ellas, la enseñanza universitaria respetando su finalidad científico-humanista, y principalmente exigir el respeto de la educación pública gratuita en todo sus niveles; por la identidad cultural, en el desarrollo humano y progreso social; por la salud, para que sea universal, donde todos los peruanos tengamos acceso sin condición alguna. La juventud de hoy debe interesarse en conocer y exigir que las políticas públicas se implementen responsablemente y poner en jaque a los gobiernos que conspiran contra la justicia y los derechos de los menos favorecidos. En el aparato Público del Perú existe pura hipocresía y contubernio tales como en la Defensoría del Pueblo, la Contraloría General de la República, la Fiscalía de la Nación, el Poder Judicial, el Tribunal Constitucional, la Mesa de Concertación, entre otros órganos estatales y/o autónomos. Por tanto la juventud provinciana y en general, avanza por delante aupando la bandera del cambio, desarrollo sostenible y sustentable del pueblo peruano.

LA VERDADERA INDEPENDENCIA DEL PERÚ

En el Perú, la juventud y la población en general no se preguntan ¿Cuántos precursores de nuestra libertad hemos tenido, que haya significado tanto, que haya muerto en forma tan despiadada, y que hoy no tengan un lugar privilegiado entre los hombres a honrar?. El 18 de mayo de 1781, fecha de su ejecución, debe conmemorarse como el Día Nacional con desfiles y alegorías, pero es un día cualquiera. Por temor y racismo se ha tratado de adormecer la conciencia revolucionaria del pueblo. Túpac Amaru luchó cara a cara y levantó a las masas, no asesinó a inocentes ni peleó a escondidas. 

La invasión de los españoles tuvo dignos héroes  de la resistencia. En el Perú en los festejos de la independencia se les ha ignorado a los verdaderos héroes de la liberación para dar al indio la imagen de sumiso e ignorante.  México recuerda con fervor a Cuauhtémoc, nosotros los que nacimos en el Perú no hemos dado ningún  reconocimiento a Manco Inca, el iniciador de la Independencia Peruana, a pesar de que su rebelión causó el doble de bajas españolas  que las sufridas por los invasores en México.  Su resistencia de guerra permanente duró de 1534 a 1572, fecha en que fue asesinado el último inca. Tampoco se recuerda a Cahuide, el jefe que defendió el asedio a la fortaleza cusqueña de Sacsahuaman, y que asombró a Hernando Pizarro por su valentía, ordenando por ello que lo capturasen vivo. Cahuide lucho hasta el final y al verse perdido no quiso dar gusto a los españoles y se arrojó desde la alta muralla encima de ellos. 

Por otra parte el general que luchó por la expulsión de los invasores españoles, fue el general de Manco Inca, llamado Titu Yupanqui, bajó desde Jauja dispuesto a acabar con todo los españoles que ocupaban Lima o morir. Asedió a los invasores, atacó y murió en el intento.  Estos héroes de la resistencia indígena están relegados a páginas de libros de historia. Ningún homenaje público, ninguna palabra oficial en los homenajes de la independencia. Las consecuencias del silencio causan coraje, porque late en el fondo de la sangre de nuestros pobladores una indignación peligrosa contra los descendientes de los criollos y oligarcas, que han falsificado la historia para seguir usufructuando el poder político y económico de la Gran Nación Peruana. 

En realidad el máximo héroe continuador de la lucha de la emancipación peruana fue José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru, mestizo, curaca de Pampamarca, Surinama y Tungasuca, cansado de ver tanta opresión e injusticias de los invasores se levantó en armas en 1780, sus huestes estaban armados con palos y piedras. Posteriormente lograron sublevar a la gran región andina y consiguieron algunos fusiles, ganando con ello varias batallas. Se le unieron blancos y negros a quienes dio libertad, un siglo antes que Abraham Lincoln. Llegó a formar un ejército de más de cincuenta mil hombres. Su osadía aterrorizó a los españoles quienes se reforzaron apropiadamente y finalmente lo derrotaron el 6 de abril de 1781. La represión española fue sangrienta, cien mil personas fueron ejecutadas. Antes de dar muerte a Túpac Amaru lo obligaron a ver la ejecución  de sus amigos y familiares; a su joven hijo Hipólito le cortaron la lengua y después lo ahorcaron; su esposa, Micaela Bastidas, por tener el cuello muy fino, resistió a la pena del garrote vil, entonces la estrangularon con sogas y terminaron matándola a puntapiés. A Túpac Amaru le cortaron la lengua, luego se le quiso desmembrar atando sus extremidades a cuatro caballos: lo que consiguieron fue descoyuntarlo. Al no morir le arrastraron al tablado y le cortaron la cabeza. Así no solamente dio una simple proclama de la independencia, sino ofrendó su sangre por la libertad del Perú y América. 

A decir verdad San Martin solo es el continuador de tantos peruanos, sean indígenas, mestizos que ofrendaron sus vidas por alcanzar la justicia y la libertad.  El 28 de julio de 1821 San Martin solamente dio su proclama en la plaza principal de Lima, mientras  el ejército español se paseaba por diferentes partes del Perú aniquilando a cuanto patriota que se oponía a sus fechorías.  San Martin nunca quiso enfrentarse a las huestes españolas debido a que había firmado con el virrey la Serna el pacto de no agresión.  Mientras al ejército español comandado por Serna para ganar tiempo se internó a la sierra sur para batir a los rezagos de pobladores patriotas que desde 1814 se habían revelado en Tacna, Moquegua, Cuzco, Puno y Arequipa.  Es por ello que San Martin a su entrada a Lima no ofreció resistencia por parte del ejército realista y los criollos refugiados en Lima se le unieron a fin de usurpar el poder a los verdaderos patriotas que entregaban sus vidas en los campos de batalla del sur.  Tal es así que los presidentes o representantes de los inicios de la república nunca empuñaron las armas a favor de la independencia del Perú y desde el poder marginaron a los patriotas del sur que habían tomado parte directa en la confrontación  con el ejército español. 

Si es eso justo, algún día la historia prevalecerá sobre la mentira, la historia falsificada por los criollos. El iniciador de la emancipación  peruana fue Manco Inca descendiente de los dueños de estas tierras, los incas del Perú, y que hoy disfrutamos de los beneficios de esta grandiosa tierra con abundantes recursos. 

Finalmente la Independencia peruana se logró recién en la pampa de la quinua el 09 de diciembre de 1824 con la rendición del ejército español y con la firma del acuerdo que regresaran a España y que no volverían nunca más. Ello gracias a la lucha de  muchos indígenas, mestizos, negros, mulatos y pocos blancos que integraban el ejército  dirigido por el Mariscal Antonio de Sucre de origen Venezolano. Mientras los criollos oportunistas en Lima compartían el gobierno con el Virrey la Serna desde 1821 a 1924. Entonces desde ningún punto de vista es justa la celebración de la Independencia del 28 de julio, ignorando a los verdaderos artífices de nuestra emancipación o liberación. Ahora juzgue usted con criterio.